Leyendo a Borges - El fin.

“Desde su catre, Recabarren vio el fin...”

También era su propio fin, postrado en su catre y sin habla, no había nada más para el viejo pulpero, que buscar con sus ojos algo que se moviera en  la llanura infinita que a lo lejos, de día se fusionaba con el cielo y en la noche con sus nebulosos pensamientos.

Esa estancia de Recabarren era el fin, a donde un hombre llegó a hacerse matar con honor, para redimir un pecado que llevaba a cuestas.